Batallitas Miranda, Destacat, Extremidad inferior

Venezia, menisco roto y obsolescencia programada.

17 enero, 2018
Venezia, menisco roto y obsolescencia programada.
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No todos los días se cumplen 40 años – de eso ya hace tres…- y en Venezia comprobé de primera mano la obsolescencia programada y me rompí el menisco.

Batallita Miranda

Los médicos acumulamos anécdotas varias que a veces merecen ser contadas. Hoy una nueva Batallita Miranda. Quizá aprendas algo de como tratar un menisco roto o no, pero casi seguro que sonreirás un poco y te divertirás.

¿Obsolescencia? ¡La Miranda se ha vuelto loca!

Venezia, la Iglesia de la Salud al fondo. Salud para todos!

Venezia, la Iglesia de la Salud al fondo. ¡Salud para todos!

Según la Real Academia de la Lengua Española. Obsolescencia: Cualidad de obsolescente. (O sea caduco.)

¿Qué tiene que ver esto con la Medicina o con la Traumatología? Lee y sonríe conmigo.

Obsolescencia programada.

¿Sabes cuando compras un electrodoméstico que posee dos años de garantía? ¿Verdad que se estropea a los dos años y un mes? Ya no te cubre la garantía. ¿Rabia verdad? ¡Pues eso más o menos me pasó a mí con cuarenta años!

Obsolescencia = Caducidad.

Si tienes un buen rato, te animo a que veas este vídeo en Youtube sobre Obsolescencia programada. Te aseguro que no te dejarán indiferente.

Vídeo de 5 minutos. https://youtu.be/TUALXSZL2ww

Vídeo de 50 minutos. https://youtu.be/24CM4g8V6w8

¡Mis cuarenta años una celebración por todo lo alto!

Cuando sales o te obligan a salir de tu zona de confort te das cuenta de muchas cosas, que los malos momentos llegan solos -sin llamarlos- y los buenos se deben de buscar.

En la vida se debe CELEBRAR TO-DO recuérdalo bien.

Cuarenta años bien merecían un viaje a Venezia. Y allí me fui con mi pareja, Francesc.

El domingo lo celebramos en casa con toda la familia, el lunes volamos. El martes a las 9:30 ya nos encontrábamos en la Piazza San Marco dispuestos a perdernos sin mapa ni reloj y recorriendo lo imprescindible sin orden alguno.

¿Y si me hago un selfie en la Piazza de San Marco?

Venezia, atardecer con vistas al Gran Canal. Tomada desde el puente de Rialto.

Venezia, atardecer con vistas al Gran Canal. Tomada desde el puente de Rialto.

Relajados y riendo le suelto a Francesc, sale mi rostro al lado de la Basílica? No cariño, deberías medir 2 metros diez centímetros.

Vale, pues salto. ¿A punto? Salté.

Se oyó crack. Y me rompí.

Exactamente me rompí el menisco. Lo noté de inmediato. Y fue al saltar, no al caer; fue al subir, no al bajar. Lo sentí con tal precisión que pude saber al momento qué menisco estaba roto y en qué zona exactamente.

Él -que oyó mi quejido y no mi crujido- continuaba su sesión fotográfica. Me apoyé como pude de las columnas de los arcos de la Piazza (no era cuestión de desmayarse) y le solté: – Prooou que m’he fet mal! (Bastaaaa que me he hecho daño.)

Control de daños. Analizando la situación.

Cuando el dolor intenso pasó, pude apoyar nuevamente el pie en el suelo, la pierna respondía. No era tan grave, pero en breve la rodilla se inflamaría.

En mi maleta los antiinflamatorios potentes ya no viajan conmigo, solo algún paracetamol y poco más. Situé mentalmente una farmacia cercana y nos dirigimos hacia ella. Crucé los dedos y recé para que sin receta médica me dispensaran un antiinflamatorio, un Enantyum.

Io bisogno Enantyum*. (Necesito Enantyum*)

* Ya hace más de un año que colaboro con una web multidisciplinar llamada Tu vida sin dolor. Tienen un artículo IM-PRES-CIN-DI-BLE sobre el Enantyum que nos viene de perlas para repasar: indicaciones, dosis, efectos secundarios y precauciones antes de tomarlo.

Ninguna pregunta (menos mal), pagué religiosamente y nos dirigimos al hotel. Me autoexploré y comprobé que el derrame articular ya había hecho acto de presencia. Cambié mis jeans por unos leggins ajustados para tener un «efecto rodillera».

Tuve que convencer a mi pareja que no era preciso acudir a urgencias. Me quedaban unos cuantos ases en la manga (rodillera, muletas, extraer el líquido etc) si era preciso. No quería malgastar nuestro tiempo en un Ospedale (hospital) veneciano. Me negaba a acudir a urgencias y salir de allí con la rodilla vendada sin poder caminar y tener que usar muletas!

Yo ya tenía mi diagnóstico: ruptura de menisco externo tercio medio-asta anterior. No quería hacer turismo sanitario, el Ospedale de Venezia esta vez no me conocería. Cuando llegara a España, si era preciso, ya me visitaría mi compañera de la Unidad de Rodilla, la Dra. Luisa Andreu, ella me prescribiría la resonancia magnética de rodilla.

Menisco roto y derrame articular.

"Imagen

Y como manda la tradición, al día siguiente tenía la rodilla como debía ser, como un botijo, el derrame articular era de magnitud considerable, casi como la foto que puedes ver a tu derecha. Tuve la misma charla con Francesc y reiteré mi idea de no acudir a urgencias. El Ospedale para casos graves, lo mío podía y debía esperar a la vuelta a casa.

Mes y medio después bajo prescripción de mi compañera, Luisa, me realicé la resonancia magnética. Confirmó mis sospechas: ruptura de menisco externo tercio medio-asta anterior. Lo que hice posteriormente a ese diagnóstico ya no forma parte de la Batallita Miranda

Más de cuarenta y un traspiés.

No voy a soltar aquí el refrán de los cuarenta y la barriga. Quizá nuestro cuerpo no está como a los veinte, eso es de cajón. Pero los cuarentones nos sentimos jóvenes para aún lograr muchas hazañas. Y te aseguro que cada vez que atiendo a alguien de más de ochenta o  noventa años jovial y vital. Siempre me sorprende que mucho tiene que ver en su quehacer un modo de vida activo, unos proyectos pendientes y una energía contagiosa.

Supongo que cumplir cuarenta puede que sea un punto de inflexión en la vida. Para mi fue darme cuenta de que todavía me queda lo mejor por vivir, deseos que cumplir, proyectos por realizar y mucho por amar. Poco después decidí comenzar con la web que tu has conocido: www.mirandatrauma.com . Aprovecho hoy, una vez más, para darte las gracias por todas las veces que me lees y me compartes con tus seres queridos.

Venezia… Una delicia como siempre.

Transcurrieron los días tranquilos, a la caza de fotos pintorescas en callejones poco transitados. Me porté como una campeona, cada día caminé más de 7 km, solo me ponía mala cuando debía subir y bajar escaleras en esos puentes caprichosos que sortean infinidad de canales. Suerte que me podía apoyar en los fuertes brazos de Francesc que suplía la muleta que me negué a comprar. Bajaba los escalones pasito a pasito lenta pero firmemente.

Y pese a que era mi cuarta visita a Venezia, mi nueva perspectiva vital, la emoción de nuevas experiencias y las fotos divertidas lo llenó todo. Nuevamente caí rendida a ella como una adicción. Creo que lo mío con Venezia es como lo mío con el café. A cada sorbo que saboreas, a cada trago sabes que te gusta más y quieres más.

P.D La foto de la portada está tomada en el único lugar del mundo donde está permitido cobrar por dos cafés 30 euros, en la Piazza San Marco. El sol juguetón de otoño se despedía por el Adriático mientras pagábamos por escuchar música (Pecado si, pero en Venezia todo es posible). Y pese a la cifra astronómica que pagamos, cada vez que miro esa foto me traslado a ese mágico instante y vuelvo allí. Me apetecía que tu también pudieses contemplar ese atardecer y saborear el mejor café del mundo. Nos vemos!

Eugènia Miranda

Más.

Si tu menisco roto o figurado te vuelve loco no dejes de leer la siguiente trilogía.

  1. Menisco roto: verdades y mentiras.
  2. Menisco roto: 6 deportes recomendables.
  3. Menisco roto: 6 deportes prohibidos.

Más batallitas Miranda…

Milagros y traumatología. Como una noticia de cambia la vida…

Estrellas fugaces, charlas infantiles y salud. Lo delicioso de una velada con niños.

Mi última Batallita Miranda: Cachitos de corazón y dedos, historias de trauma. Una historia cualquier en de una guardia cualquiera de verano. Segur que te encanta!

Me encontrarás en redes sociales.

En Facebook: Consulta Doctora Miranda.

En Twitter: @miranda_trauma

Y también tengo Instagram!!!

P.D. Ninguna casa comercial o farmacéutica patrocina este post. Que quede claro. Ni recibo compensación económica por ello.

Quiero que sepas que he publicado mi primer libro. Tengo los huesos desencajados. Un libro escrito con mucho amor, humor y traumatología. Te animo que te tomes conmigo un aperitivo. Tengo los huesos desencajados.

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